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Quando a Vida Pede Pausa: Experiência, Idioma e Liberdade

Revista Vamos Contigo 248 - Expresión escrita y comprensión lectora Segundo Villanueva Fernández / São Paulo, 05 de Julho de 2025

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Na chamada "idade da experiência", priorizam-se a família, poucos amigos verdadeiros e a busca por liberdade e sentido. Fazer o Caminho de Santiago torna-se uma experiência transformadora, marcada pelo convívio e superação. O aprendizado do espanhol está ligado a vínculos afetivos e culturais, especialmente com San Sebastián, sua gastronomia e tradições. A responsabilidade e o compromisso pessoal com o idioma revelam um traço de maturidade. Contudo, persiste a sensação de invisibilidade dos idosos, especialmente nos transportes públicos.


La edad de la experiencia significa, en el caso de Vulmario, que sus hijos ahora le prestan mucha más atención que cuando era más joven. Quizá este sea el momento de hablar menos, pero con palabras más precisas y acertadas, ofreciendo a sus seres queridos orientaciones sutiles para evitar errores. Los largos discursos, en forma de sermón, que antes eran habituales, dan paso a pequeñas pinceladas de sabiduría, donde también convergen las experiencias de los hijos, en busca conjunta de la mejor solución.

El Camino de Santiago 

La experiencia de realizar el Camino de Santiago es, para Vulmario, algo inimaginable y profundamente transformador, un evento que deja huella para toda la vida. La convivencia con otras personas a lo largo del trayecto —incluyendo atenciones médicas cuando son necesarias— eleva esta vivencia hasta convertirla en una experiencia plena, culminando en la emoción indescriptible de la llegada a Santiago de Compostela.

En la edad de la experiencia, la familia se convierte en la prioridad. Cuatro o cinco amigos, como máximo, y en realidad, dos son los verdaderamente esenciales: los que superan la prueba del tiempo.

San Sebastián 

Su vínculo con el español está profundamente ligado a San Sebastián, a su hijo —chef de profesión— y a su nieta. El español nunca falta en su vida, y si algún día lo hace, no importa: es parte de él, una responsabilidad asumida consigo mismo. Tal vez sea una característica propia de quienes han vivido más: ese cosquilleo de responsabilidad, ese compromiso casi ético con las cosas bien hechas. España ya forma parte de su historia personal.

Recuerda con admiración aquella vez en que preparó doce platos, acompañados cada tres por un vino diferente: un auténtico banquete.

San Sebastián fue, para él, el descubrimiento de la gastronomía, gracias a su hijo. Recuerda con admiración aquella vez en que preparó doce platos, acompañados cada tres por un vino diferente: un auténtico banquete. La preparación, los condimentos y, sobre todo, la forma de servir —con pequeñas porciones, en secuencia, como los pinchos— hacen de la comida un acto social compartido. Muy distinto a lo que suele valorarse en Brasil, donde predomina lo individual.

Finalmente, Vulmario lanza una observación crítica: los ancianos son invisibles. En general, no se nota tanto, pero en los transportes colectivos —el metro, los autobuses— se vuelve evidente. Una presencia que se desvanece ante la prisa de los demás.

 

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