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O luto invisível: Cuba e a morte de Franco

Revista Vamos Contigo 247 - Expresión escrita y comprensión lectora Segundo Villanueva Fernández / São Paulo, 18 de Maio de 2025

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Em 20 de novembro, após a morte de Franco, Fidel Castro decretou discretamente três dias de luto em Cuba. A população só soube disso 15 anos depois, por meio de notícias estrangeiras. O episódio revelou o controle da informação e situações surreais dignas de um filme.


El 20 de noviembre murió Franco y Fidel Castro decretó, de manera discreta, 3 días de luto oficial. Bastante lejos de los 40 por la muerte del líder vietnamita Ho Chi Minh.

Lo curioso es que los cubanos no se enteraron de esta decisión sino hasta quince años después, y lo hicieron a través de noticias provenientes del extranjero. Es decir, guardaron luto – parcialmente, esa es la verdad –, sin tener conciencia de ello, y la adquirieron, demorada y de fuera.

Debido a la carga ideológica que separaba a ambos líderes, Castro no podía permitirse mostrar públicamente su gesto. Fue un luto reprimido, limitado a ciertos círculos en La Habana, y completamente desconocido en el interior de la isla.

Se vivieron episodios tan surrealistas como el del embajador español recorriendo personalmente la capital para pedir que se izaran banderas a media asta en edificios oficiales. También destaca el caso del corresponsal de la agencia EFE, quien, yéndose de la lengua y desoyendo las directrices oficiales, publicó la noticia del homenaje, sembrando el desconcierto en el régimen comunista que tenía todo muy bien atado desde el punto de vista informativo.

Durante aquellos 3 días, flotó en el ambiente un deseo tácito de recordar a Franco sin llegar a un luto explícito. Tenían raíces gallegas los dos y Franco nunca dejó de comprar caña de azúcar a Cuba, al contrario de muchos otros países, lo cual, sumado al pasado histórico común hacía que de alguna manera la política se quedara apartada, aunque fuera solo de una manera protocolaria. 

Fue una conmemoración casi invisible, ajena a la mayoría de la población y ausente en los medios de comunicación.

Una vez más, la falta de información intentó suprimir la realidad, creando un escenario que rozaba lo absurdo, digno de un guión cinematográfico propiio del  mismísimo Berlanga.


Ouça a entrevista com Jorge Reyes, onde ele conta o episódio, e não se esqueça de se inscrever no nosso podcast no Spotify.

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