Segundo Villanueva / São Paulo, 18 de Setembro de 2024
La semana pasada me enviaron una declaración de amor de una anciana que aceptó la propuesta de su esposo hace 71 años, la cual consistía en comenzar una vida en común compartiendo la mitad de un caramelo. Una parte sería para ella, la otra para él, y el resto del camino seguiría su curso bajo la misma lógica para siempre. El sufragio de los éxitos, penas, logros, hijos, proyectos, viajes, inmuebles, nacimientos, muertes, almuerzos, conversaciones y todo lo normal que la vida sugiere sería biunívoco, y comenzó con algo tan metafórico y dulce como la expectativa de un riguroso caramelo. Para alguien enamorado de las palabras, caramelo es una dulzura melódica, que solo transporta historias bonitas, enternecedoras, sabias y ejemplares.
Na semana passada me enviaram uma declaração de amor de uma idosa que aceitou a proposta de seu esposo 71 anos atrás e que consistia em começar uma vida em comum compartilhando a metade de um caramelo. Uma parte ficaria com ela, a outra, com ele, e o resto do trajeto seguiria seu caminho e a mesma lógica para sempre. O sufrágio dos sucessos, penas, conquistas, filhos, empreitadas, viagens, móveis, nascimentos, mortes, almoços, conversas e tudo de normal que a vida sugere, seria biunívoco, e começou por algo tão metafórico e doce como a expetativa de um rigoroso caramelo. Para alguém apaixonado (enamorado) por palavras, caramelo é uma doçura melódica, só transporta histórias bonitas, enternecedoras, sábias e exemplares.
