Leer
Em São Paulo, a gastronomia é diversa e acessível, com opções que vão desde as mais caras e sofisticadas até comidas mais informais como os bocaditos ou matahambres, que lembram os antigos botecos. A cidade mistura pratos internacionais rapidamente, e embora modas como o kebab tenham desaparecido, surgem novas tendências como o choripán. Comer barato e delicioso continua sendo uma estratégia social importante, com lugares simples e saborosos contrastando com restaurantes luxuosos e extravagantes.
Comer es un continuum de oportunidades. Lo mejor es que se puede comer caro, barato, en bocadillo, en plato, con arte, con muy poco estilo, a lo bruto, demasiado o poco. São Paulo incorpora platos internacionales a gran velocidad.
Y de todos ellos, los bocaditos o los matahambres, más si cabe. Ya fue el tiempo de los kebab, una importación alemana pasando por Turquía. Los choripanes, una construcción más próxima que gravita entre Argentina y Uruguay basados en las longanizas de cordero, pollo o vacuno y envueltos en variadas salsas que normalmente acompañan una cerveza.
¿Se puede comer más barato y mejor? Si entendemos que la gastronomía es una estrategia social, tanto para el que cocina en casa como para las reuniones exteriores, qué más se necesita si al hacerlo lo hacemos barato y sabe rico, rico…
Los matahambres o las comidas de los antiguos botecos, hoy transformados en estilosos rincones de autor, son una de las mejores soluciones ya vistas en la ciudad, contrastando con otros restaurantes, en el polo opuesto, reyes de lo estrafalario, exagerado o la etiqueta y el lujo.