Nas grandes cidades, como em São Paulo, o café no trabalho não é apenas uma pausa, mas uma forma de estabelecer relações mais pessoais e naturais. Embora separar o profissional do pessoal seja difícil, essa mistura parece funcionar de forma eficiente. No Brasil, o café não é apenas uma bebida, mas um símbolo de socialização, presente tanto no ambiente de trabalho quanto nos shoppings, onde une as pessoas. A maneira de trabalhar e a cultura do café no Brasil se destacam pela sua particularidade e flexibilidade em comparação com outras culturas. 

En la gran ciudad parar para tomar un café en el trabajo es normal, separar lo profesional de lo personal a veces es difícil y las cosas pueden fluir mejor cuando hay una cierta intimidad. Muchas personas no lo entienden, pero a efectos prácticos parece ser más conveniente que no hacerlo, cada país es diferente, Brasil mezcla, sin duda.

Los lugares de reunión en las empresas son normales. Resulta diferente medir la eficacia en este sentido lo cual hace pensar que se realiza de manera diferente. El café es un símbolo de naturalización de las relaciones profesionales para quitarles la gravedad.

La relación entre los momentos de relax o descompresión y la efectividad de los equipos de trabajo se miden de otra manera, la sensación es que Brasil produce diferente, hay momentos de mucho acopio de trabajo, cómo son populares las frases “ser una locura” o por el contrario “estar todo parado”. A veces resulta difícil para los que venimos de fuera, pero como siempre se concluye, es así y cabe la duda de si esto está cambiando, va a cambiar o tiene por qué cambiar.

En otro orden de cosas, en la calle, siempre existió el cafezinho, de nuevo con un afán socializador más que comercial, hay datos culturales en Brasil muy impregnados, lo que supone un motivo extra, fuera, en este país es simplemente un evento natural.

En los centros comerciales prodigan y son bien acudidos, el café une. Sin embargo, los expresos recuerdan todavía, quizá, al café antiguo, el cual hay que beberlo leve y en cantidad, el expreso brasileño, como la manera de trabajar, es diferente de los otros. O viceversa.