No existe una regla definitiva que permita determinar qué participios son irregulares y cuáles no. Comencemos con los más sencillos, los regulares:
amar → amado, comer → comido, vivir → vivido.

El participio se utiliza principalmente en la perífrasis verbal del pretérito perfecto compuesto, donde aparece acompañado de un verbo auxiliar:
he amado, has comido, hemos vivido. En este caso, el participio aporta el significado léxico, pero depende del auxiliar para funcionar.

También encontramos otras locuciones, como está suelto, permanece suelto o sigue suelto.

Una construcción que puede confundir al estudiante es "tengo pensado mucho últimamente", ya que podría hacerle pensar que lo correcto sería "he pensado mucho últimamente". Sin embargo, la primera, aunque rara, conlleva la connotación de que la acción en el pasado es más continua o constante, mientras que la segunda no resalta este aspecto.