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El verbo complicarse se utiliza con frecuencia para describir situaciones que se desvían de un curso normal o controlado y comienzan a presentar dificultades, obstáculos o riesgos. Es una expresión cargada de gravedad, ya que sugiere que las cosas van de mal en peor y que el desenlace puede no ser favorable.
Cuando decimos que "algo se complica", estamos indicando que el desarrollo de los acontecimientos se ha vuelto más incierto, tenso o peligroso. A menudo, este uso lleva implícito un tono de advertencia o preocupación, como si se pronosticara un posible desastre.
Por ejemplo:
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La operación era sencilla, pero se complicó inesperadamente.
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La conversación empezó tranquila, pero luego se complicó con acusaciones.
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El viaje se nos complicó por culpa del mal tiempo.
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La situación política se está complicando cada vez más.
Gramaticalmente, "complicarse" es un verbo pronominal y de conjugación regular, lo que significa que se conjuga con pronombres reflexivos (me, te, se, nos, os, se) y sigue un patrón verbal predecible. Esta forma pronominal refuerza la idea de que el sujeto está directamente implicado en la dificultad o consecuencia que se genera.