Revista Vamos Contigo 78 - Expresión escrita y comprensión lectora - Pienso, luego existo
España aquí / Cursos de espanhol . São Paulo / São Paulo, 20 de Fevereiro de 2010
-Me preocupa el siguiente paso, que un día cenemos transversalmente, y ya no superpuestos, como los jóvenes de 18 años, ni siquiera enfrente uno del otro, con los platos flotando en la inmensidad de la mesa como dos veleros, sino en diagonal, girados, para no molestarnos, como los colegas de trabajo cuando salen con sus bandejas en la plaza de alimentación.
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- Te tengo que decir algo.
-Adelante.
-Estoy preocupado. Acabo de descubrir la relatividad espacial del matrimonio y su transversalidad.
-Te permito una metáfora.
-Veía yo en el restaurante una pareja de jóvenes sentados uno al lado del otro, no más de 18 años, comiéndose un filete con patatas, poniéndole una patata frita él a ella en la boca, cortándole la carne ella a él, limpiándose los labios mutuamente, carantoñándose, diciéndose cosas bonitas, es de suponer, los dos juntos, donde cabía solo uno, los dos, casi superpuestos.
-El metro cuadrado, como diseñado por un ingeniero civil, ya nos pasó.
-Sí, efectivamente. Después pensé en lo de mi mujer comprar una King, "Reina mía, si ya tenemos una Queen, ¿no basta?" “Roncas”.
-Me preocupa el siguiente paso, que un día cenemos transversalmente, y ya no superpuestos, como los jóvenes de 18 años, ni siquiera enfrente uno del otro, con los platos flotando en la inmensidad de la mesa como dos veleros, sino en diagonal, girados, para no molestarnos, como los colegas de trabajo cuando salen con sus bandejas en la plaza de alimentación.
-Yo también me he fijado en esa evolución espacial moderna y confieso que me resulta desagradable, pues me hace sentir mal, como que me hace de menos. Pero es una posibilidad que no debemos descartar.
-Conclusión: la edad dilata el tiempo y el espacio. Las horas son de chicle sin gusto, como aquel que nos pasábamos cuando éramos pequeños, de boca en boca y el metro cuadrado, parece hectárea: jornadas aburridas y largas como días sin comer. El espacio, nuestra importancia, cada día mayor, curiosamente, cotiza cada vez más justo.
¿O no?
