Revista Vamos Contigo 189 - Expresión escrita y comprensión lectora - Comportamiento
España Aquí, Cursos de Espanhol em São Paulo e São José dos Campos / São Paulo, 16 de Agosto de 2014
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¿Te alegras por las desgracias de los demás?
No te preocupes, eres normal.
Si uno se rompe la crisma en mitad de la calle y te sale reírte, tranquilo, suéltate, a esto se le llama, impulso.
El clásico es cuando nuestro equipo de fútbol gana y el de nuestro rival, pierde. Sabe el doble de bueno: regodeo.
El horror viene cuando nos sorprendemos mirando cuerpos inertes fruto de un accidente: morbo.
La mediocridad se manifiesta al observarnos de manera inconsciente deseando que los más fuertes dejen de serlo un día, los más ricos, pobres, los guapos, feos, los sortudos, desgraciados, los cabelludos, calvos. ¿Nunca experimentaste este sentimiento alguna vez en la vida?
La psicología tiende a clasificar como normal todo lo que tradicionalmente no era para hacer o pensar, y como anormal, exactamente todo lo contrario.
Lo que la psicología ya no entra, es cómo el hombre normal vence el rubor de reconocer que somos de esta naturaleza tan diabólica y nos traza los planos para normalizar su comportamiento tan miserable.
Los únicos que lo han hecho han sido los alemanes.
Para ello tienen un término largo que resume conceptos, actitudes, psiques y visceralidades: Schadenfreude.
Como los teutones normalmente no tienen pudor, este concepto ya está interiorizado.
Al normalizar el verbo, la psique se libera, el pecado se conlleva y definitivamente uno sale del armario para darse a conocer tal y como él es: más malo que la quina.