No existe peor actitud que la del victimismo. En Brasil hay una palabra que la sustituye, el “coitadismo”, para el caso, lo mismo. Lo que el Barcelona lleva haciendo desde hace lustros si no décadas, no es otra cosa que esto, alimentando teorías conspiratorias, primero, aludiendo a Franco cada vez que perdían, después, cuando murió, al gobierno, todos del Madrid, después a los periódicos, ahora, al sistema. Lo que ocurrió en Mestalla el otro día no fue nada agradable, pero la actitud de algunos jugadores, tampoco. Intentar justificar la mala educación de Neymar, el teatro de Mascherano o la rabia de Messi en consignas manipuladoras del Marca me parece pueril, inmaduro y desacertado.