Hay algunas selecciones, como la española y la brasileña que ofrecen una clara tendencia a la decadencia. Se observa la peor de todas las acomodaciones, la suficiencia, alimentada por un largo periodo de éxitos, ya sea de manera comprimida la primera o más extensa, histórica, como la segunda. Es difícil mantenerse en el candelero cuando se ha ganado todo, qué resta, cuál es la motivación que orienta a los jugadores a la hora de saltar al terreno de juego sabiendo que a lo máximo que pueden aspirar es a repetir lo que ya hicieron con frecuencia un tiempo atrás.
Seguno Villanueva, desde São Paulo
Así es. Yo diría que lo que resta y debería aspirarse es a seguir haciendo las cosas bien hechas. La continuidad. Mi abuela decía “Has cien y no hagas una,como si no hubieras hecho ninguna”.