Como los ingleses no hay para gestionar un producto, su fútbol lo es, todo uniforme y predecible, único y empaquetado, unísono, unívoco, nada altisonante, conservador y nada intempestivo, no cabe nada parecido a los grandes restaurantes donde los alimentos tienen sus días y las tartas de manzana a veces con frutos verdes, menos o más maduros, su fútbol es maduro y dulce, no cabe uno a la española donde un Getafe Leganés te puede matar de aburrimiento… el padrón prima, son una isla al fin y al cabo, siempre lo fueron, de cuerpo y alma, centripetismo, su fútbol también, uno sabe a lo que va, lo tienen pensado de arriba abajo, el guión establecido, el armazón perfectamente previsto, lo único que falta es quién la va a tocar otra vez Sam…
Segundo Villanueva, São Paulo