La democracia, su némesis y el Real Madrid

La perversión de la democracia se manifiesta en la burocracia.  Elegir no exige total respeto al sistema desde el momento en que ampara el salvoconducto de su némesis que no es otro que la corrupción y principalmente el déficit de la balanza fiscal, la antesala de muerte de cualquier empresa privada.  Pero el estado no quiebra y la justicia es lenta.

La protesta se podrá manifestar de diferentes maneras, a través de la polarización o con intentos de mociones de censura.  Una retomada de regímenes autoritarios se antoja imposible.

El Real Madrid pasó de la dictadura ronaldiana por la ansiada democracia de principio de temporada a la más atroz inoperancia degenerada en un juego burocrático y encogedor en solo 2 meses.

¿Quién le pone el cascabel al gato en este equipo?

Cristiano Ronaldo, lo mejor de tu vida nos lo hemos llevado nosotros…

Cuando Ronaldo bajaba la cabeza con un gol del compañero, qué difícil resultaba entenderlo entre los madridistas, atribulados hasta para explicarlo al enemigo, pero ahora ido en la Juventus todo encaja,  Ronaldo nunca apreció al Real Madrid, tampoco a su afición, la única en el mundo que censura por impaciencia, algo a sus compañeros, pero jamás sus brillos, devaluados que si no de él.

Nadie le llora, lo más triste de todo, su ausencia deja un alivio entre los jugadores, el Bernabéu y los aficionados de a pie, solo los niños, grandes entendidos en películas con héroes, mostrarán cierto desconcierto cuando vuelvan al colegio al depararse con la mayor incógnita ofrecida tras el cansino divorcio, cuál el gesto artístico de superhéroe a imitar, qué se inventará el megaglorio  que no remita al Madrid, para nosotros adultos, como ya lo dijo Julio Iglesias, lo cortés no quita lo valiente, le cantaremos con melodía de fin de tarde, que lo mejor de su vida nos lo hemos llevado nosotros.

Brasil 82 contra Brasil 94

A la irresoluta selección brasileña del 82 se le llora hasta hoy en proporción directa a cuanto se reniega de la victoriosa del 94.

Si yo fuera Bebeto o Taffarel, Mauro Silva, Jorginho o Romario, intentaría devolver este título triste, el Brasil ingrato no lo reconoce.

Muy propio del ser humano llorar a los hombres cuando muertos, casi hasta obrar su resurrección,  pero parando siempre un poco antes, no vaya a ser que se obre milagro.  Loar al vivo, de veras, una manía poco habitual, para réditos sí, ay si se pudieran matar los éxitos del audaz…

El residuo de Sócrates, Zico y los otros tuvo su cónclave en México 86, la constatación de la defunción del fútbol arte, entonces se demostró que a la pintura había que ponerle cartabón.

No supe hasta bien después que tras la oscuridad de Argentina 78 intentó salir el sol en España con un Brasil luminoso pero frágil.  Con el tiempo uno acaba por descubrir que Italia y Alemania siempre constatan el fútbol.

Lo mismo con Holanda 74, a la que nadie vio, un muerto loable convertido en residuo definitivamente 4 años más tarde en una magnífica tarde de Kempes en su Monumental.   Qué hartazgo lo de la naranja mecánica que revolucionó el fútbol y nunca ganó nada.  ¿Jugó Alemania la final?

En fútbol siempre gana el mejor, pero la ecuación no entiende de hermosura, Brasil en el 70, un equipo cuestionado antes y durante el torneo, solo jugó con gracia contra Italia, .

Lo bueno está por venir y lo mejor no fue, el hombre y su afán de no ser de donde está.

 

Zinedine Zidane, la gloria y sus secretos.

Algunos venden lo que nunca alcanzaron con excusas imposibles, como los niños con miedo o los funcionarios menores, otros disminuyen sus glorias porque prefieren la familia, Zidane tras su tercera gloria, de manera elegante le dijo a Florentino que ansiaba la Liga.

Con él se va el hombre, el sosiego, la voz callada y el buen tino.

Los madridistas sabemos cuánto Mourinho nos hizo sufrir, de Zidane llegamos a gustar hasta de su calva, su figura de francés comedido, qué bueno era todo en él, incluso, ahora caemos, hasta sus longicuos secretos.

El Atlético de Madrid, la dirección contraria, el Cholo y Sabina

El Atleti es uno de esos equipos siempre en dirección contraria, ganar linda el milagro, y como santo su misión es siempre el límite, venerable.

Debe de ser por la repercusión de su hinchada, o el brío del Cholo, o la excelencia de su clase casi siempre media, o por una simple racha, o por la canción de Sabina recordando la aprensión del torero a la puntada que precisamente gesta su aclamación al final de la faena, el jugar según el otro.

Recuerda al Corinthians de la época actual, que recuerda a la Italia anterior.

Iniesta, el jugador desnudo

Iniesta se nos va a China y con él un montón de buena crianza y chiclete en el pie.

Qué manera de mascar, qué manera de adoctrinar.

Gestó el más importante punto en común con mis hijos, el amor a la Selección Española y al fútbol en general, jamás después logré consenso alguno en nada.

Quizá la pasión desbordante por el Real Madrid.  Pero Iniesta estaba por encima del blanco y blaugrana, era un jugador que jugaba desnudo.

Para los adultos marcó el gol que nos destapaba finalmente del complejo, salimos del armario casi en el último minuto, qué alivio.

Ya Torres había dado el primer aviso dos años antes, para los niños sin memoria, eran los mejores.

Se nos va el consenso por lo que consiguió por todos, simbolizado en un atronador Riazor con su gente descendida en ese mismo y trágico momento.

También la leyenda por lo que no, nuestro Brasil´82 con su no conquista del Fifa Player 2010, L`Equipe acabó pidiéndole perdón.

Se nos apaga el sueño, los niños recuperan la realidad,  ya van creciendo.

 

Lucas Vázquez, el padre de todos los penaltis

Cuando Cristiano Ronaldo se elevó al quinto piso y le puso la pelota para que la empujara, noté que a Lucas Vázquez se le congeló el cuerpo, al principio pensé que como a Cardeñosa en el 78 era un nudo en el estómago amarrándole la pierna derecha, tras ver las imágenes llegué a la conclusión de que todo fue planificado.

A Benatia lo esperó y en fracción de segundos tuvo que decidir si desviarla a la red o esperar un contacto inevitable.  Y esto fue lo que ocurrió, el italiano lo empujó por detrás, tuvo que cargarlo y marró en el achique de la pelota.

Lucas Vázquez aguantó porque sabía que Benatia se le venía encima a la desesperada, y eso por detrás inevitablemente llevaría al contacto, cuál, imprevisible, cualquiera, qué más da, dentro del área da penalti, probabilidad mínima de que el italiano no lo arrollara por algún flanco.

Lucas Vázquez gestionó la opción más arriesgada, empujarla era más fácil, la habilidad de Benatia casi provocó su impugnación en el campo, pero le salió bien.  Yo hubiera tirado a gol, eran 2 metros.

Después acudió el drama, Buffon, el Bolero de Ravel de la sempiterna historia del Madrid y la bilis de los exaltados.

De las intensidades, las voluntades y los dramas a los árbitros todavía no les han dicho nada, hace tiempo que cargan contra los tramposos y sacan tarjetas amarillas en los piscinazos intentando  mimetizar la mala índole del jugador cuando huele el premio fácil de una falta provocada, como los psicólogos, estas son las arenas movedizas del mérito, pero de ahí a Shakespeare hay un mundo, probablemente estaríamos hablando de otra cosa, no sé si de fútbol, quizá de uno diferente.

Solo los hinchas discuten sus preferencias, lo tenemos muy claro y el mundo drásticamente está dividido en dos.

Por lo demás, la Juventus mereció ganar, quedará en el aire quién debería haber superado la prueba a los puntos, catalogación que tampoco nos vale hoy por hoy.

Lucas Vázquez tiene visión periférica y desde hace tiempo es el principal socio de Cristiano Ronaldo.

 

Penalti a Lucas Vázquez

Piqué, el condicional y el pretérito pluscuamperfecto

De pequeños todos queríamos ser jugadores de fútbol, normalmente el sueño se mudaba y al crecer, las opciones variaban a profesiones más serias.

Una vez crecidos uno percibe que continúa queriendo ser futbolista viendo a algunos como Piqué haciendo las cosas tan bien, rebosante de éxito como un cava en ebullición, multidisciplinar al igual que un gran artista, incorporando roles diversos y todos cuidados y redondos, empresario transversal, comunicador, visionario, influencer, grandísimo jugador.

Si a todo esto se le une su experiencia, cual lomo bien adobado, y uno observa que sus manifestaciones ideológicas tienen la madurez y la componenda final  y sabia del posibilismo, llamémosle también seny, qué más a uno le gustaría o le hubiera gustado ser de mayor.

Piqué es uno de los pocos futbolistas en el mundo que une el condicional simple e infantil con el maduro pretérito más que perfecto.

Piqué, t´estimo.

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Tebas, no te vayas

La Liga está recuperándole terreno al gran circo futbolístico mundial, la Premier.

Estadios llenos, céspedes inmaculados, gradas ordenadas, mayor seguridad, otra manera de arbitrar y nuevas tecnologías aplicadas a la retransmisiones han hecho que el espectáculo gravite hacia el producto y que en la góndola de los fines de semana se haya convertido en opción, años atrás, remota.

Tebas es el culpable de ponerle un envoltorio apetitoso, de haber perseguido los casos de corrupción y amaños, de distribuir con más equidad sus ingresos, además de internacionalizarla con la idea de conseguir una transcendencia mundial real, por eso le van a subir el sueldo ante la mirada atenta del Calcio.

En Brasil, la ESPN empieza a mirarle a la Liga con otros ojos.

 

Un Real Madrid vacío en la Liga Española

Es un equipo con los mismos mimbres de éxito que le llevaron a la gloria el año pasado pero sin prestaciones.

Ganar tiene sus riesgos, el primero, que uno no puede mirar para atrás porque las delicias de la celebración inhiben la alerta del futuro, que es lo que nos mantiene vivos.

Ganar todo, además, como la Champions, la Supercopa de Europa y la Supercopa de España incorpora el peligro del infinito que surge cuando no hay nada más allá.

La preparación física del Real Madrid en pretemporada fue minuciosa y es difícil pensar que habrá una segunda para el tramo final de todas las competiciones, menos la Copa del Rey, en la que está inmerso.

Existen lunares adicionales, la incógnita de Cristiano Ronaldo, el desvarío de Modric, la involución de Isco, el hipo de Sergio Ramos, la estagnación de Casemiro, el problema de Carvajal, la infructuosidad de Marcelo o Benzemá, el desinfle de Bale el desconcierto de Kroos…