Parece que James y Jesé, que se molestaron con Benítez, tampoco juegan con Zidane. Por tanto, la culpa no era de Benítez. Parece también que los dos están un poco encima del peso que se supone es el adecuado para un deportista de élite. Se deben haber trincado todo lo que se les ha puesto por delante en los últimos tiempos. A los dos se les ve fondones y con las posaderas más avanzadas de lo normal.
Una vez Luis Enrique se acercó a Messi y le dijo que si no paraba de comer pizzas no jugaría más. Y lo que hizo Messi fue parar de comer pizzas y caer en brazos de la verdura del día.
Segundo Villanueva, desde São Paulo