Lo que Roig acaba de sugerir después de perder con el Real Madrid supongo que será para dejar a los niños con envidia. Que el árbitro saliera con llaveros, pins y bolígrafos del Real Madrid es una cosa, y que estas baratijas determinaran pitar un penalty, que es lo que todo el mundo está entendiendo, no tiene ni pies ni cabeza. No sé, a lo mejor el bolígrafo era de diamantes incrustrados, los llaveros estaban bañados en oro y los pins eran gemas en forma de pins. Para despistar.
Suponiendo que no, cuánto más valían antes los árbitros.