Por su gracia e interés, reproducimos aquí el artículo de JJ Brotons, Pedro Almodóvar y el Real Madrid.
Hay guiones de cine que son como la vida misma. El oscarizado Pedro Almodóvar debería reclamar un porcentaje del contrato firmado por Mourinho con Florentino. La filmografía del director tiene cierta similitud con la trayectoria del técnico en la casa blanca. En estos momentos el Real Madrid tiene una plantilla de actores que protagoniza uno de los éxitos del manchego en la taquilla: “Hombres al borde de un ataque de nervios”. Los últimos cinco puntos perdidos en la Liga habían dejado al equipo “Entre tinieblas”. El entrenador había propagado, a los cuatro vientos, que “Mi segunda temporada suele ser la mejor”, era como un seguro de aventura para prevenir a la clase dirigente y a los aficionados que su trabajo precisaba de tiempo. El juego y la imagen del equipo habían sido cuestionados, daba la impresión de que se había iniciado una cadena de despropósitos. El entrenador estaba desquiciado, hizo lo propio con sus jugadores y estos “mosquearon” al público del Bernabéu con sus primeros minutos ante el Rayo. Aparecieron los primeros silbidos a la propuesta táctica del entrenador, un hecho sin precedentes, y este se preguntaba “Que he hecho yo para merecer esto”.
En un Real Madrid desnortado, sin rumbo, sin espacios para hacer su juego, los errores y las carencias se hicieron más evidentes. La respuesta fue inmediata, la entrada de Özil desde el banquillo cambió el juego. Apareció “Matador” Cristiano, un tipo que no entiende bien el juego porque su único objetivo es marcar goles, ya sea desde la acción individual, la exclusividad del punto del penalti o la obstinación de lanzar los libres directos. CR7 es el protagonista de “La Ley del deseo”. Le va a costar al Real Madrid vivir en este papel de funambulista toda la temporada y puede que pierda el equilibrio más veces de las previstas para quedarse con la “Carne Trémula”. Los aficionados se pueden engañar, ver en el 6-2 al Rayo un bálsamo a las 4 horas y 26 minutos que el equipo llevaba sin marcar. Pienso que ni el Real Madrid, ni el Barcelona van a tener problemas de resultados en sus estadios, pocos puntos van a perder. El asunto es otro, son los “Tacones Lejanos”, los objetivos finales, los títulos. Hablo del largo recorrido. Intuyó que el estrés que Mourinho y su equipo técnico, “Amantes de lo prohibido”, trasmiten a la plantilla es el mismo que se han creado ellos por convertir esta batalla en una guerra personal contra los fantasmas que les persiguen.
El técnico cree que “La Flor de mi secreto” le llevará al éxito. Tensión en la sala de prensa, tensión en el banquillo, propio y ajeno, tensión en el campo con el rival y con los árbitros, juego directo, contraataque, vértigo, riesgo, enfrentamiento, sumisión, “Átame” y pensamiento único. En tiempos de aflicción los futbolistas buscan seguridad y su natural egoísmo se acrecienta, entonces surgen las grietas en los grupos. Filtraciones del aire que se respira el vestuario blanco dejan al descubierto que la rutina de la crispación cada día tiene menos practicantes. Al sector moderado no le gusta “La Mala educación”, no aporta rendimientos positivos y les obliga a “Volver” a pedir perdón y tranquilidad con demasiada frecuencia. Hemos presenciado, en menos de una semana, algo inusual, en dos ocasiones Florentino Pérez le ha dado respaldo público y efusivo al entrenador. Algunos biógrafos del presidente consideran que pueden ser “Los abrazos rotos” escenificados para lanzar un mensaje a la plantilla. Solo hay un jefe y ostenta el poder de la gestión, nadie debe romper el protocolo sin saber que habrá represalias. Si el jugador tiene problemas “Hable con ella”, con la dirección deportiva.
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En este paralelismo entre la filmografía de Pedro Almodóvar y el Real Madrid me quedan tres títulos para completar la relación. Son tres películas que podemos relacionarlas con hechos acontecidos esta jornada. “Kika” fonéticamente se asemeja a Kaká, la gran noticia positiva en el Real Madrid. El brasileño ha vuelto y nos ha mostrado que es una estrella donde el fútbol brilla. “La piel que habito” podría estar protagonizada por el gran rival madridista, Leo Messi. Un futbolista que convierte en juego de calle un partido profesional. “Todo sobre mi madre”, prefiero no recurrir a la comparación fácil. Al menos que sirva el cine para descubrir que la vida es una maravillosa película.