Con el acuerdo preelectoral de Iglesias con IU se cumple la premonición y las aguas vuelven a su cauce. No es posible que haya tanta gente que justifique 4 partidos con visos de gobernabilidad en ningún país del mundo. La democracia de la manera que un profesor de sociología o un adolescente la concibe no existe, existe la gobernabilidad, y para ello se hace necesario la disolución de los colores en básicamente dos: el azul y el rojo. Es así en cualquier lugar del mundo, cómo iba a ser diferente en España.
Iglesias es IU, pero radical, sin experiencia de gobierno, sin trayectoria histórica, poco propenso a escuchar, creo que menos a negociar (la fuerza de los días lo pondrá en su lugar), un poco cabra. Juntos conforman lo que son, una izquierda a la izquierda del PSOE. Ahora sí.
El panorama se va aclarando. Veamos con atención los próximos movimientos antes de la convocatoria de las nuevas elecciones.
Segundo Villanueva, desde São Paulo