A veces unos les ceden su voz a los otros para que puedan existir, en ese momento aquellos dejan de hacerlo y la realidad se convierte en una mentira que desgraciadamente comienza a ser considerada como verdad.
En esta época convulsa llena de regates y donde la política principalmente se ha dedicado a manipular rebaños con la estrategia informativa del fantasma, hemos sobrevivido a causa de muchos Memos que no existen existiendo.
Pero no tienen voz, son los eternos invisibles, la última casta, los inútiles sin forma, la masa de maniobra que deshace las predicciones autoritarias de los políticos atónitos y principalmente con miedo.
Es mucho más fácil cerrar que abrir con criterio, negar a los parias que recuperarlos como ejemplo, que nadie sepa que están ahí.