El COI, muy preocupado con la seguridad en los estadios que acogen las distintas disciplinas deportivas de las Olimpiadas hizo público un comunicado por el que prohibía en ellos las manifetaciones políticas de cualquier calado. Dilma tuvo que pasar lo suyo en el campeonato del mundo de 2014 y ahora Temer, lo mismo. Inmediatamente la justicia de Rio de Janeiro, que para eso, es muy suya, acaba de manifestarse en sentido contrario, es decir, que continúen pitando a quien quieran, y así.
En este sentido, Brasil salió a la calle para echar a Dilma, y ahora que está en fuera de juego, el Maracaná da un paso adelante pitando estruendosamente a Temer. En qué quedamos.
Segundo Villanueva, desde São Paulo