Cracolandia, centro de São Paulo.

Un morador de rua, bien atento, remueve algunos desechos, al fondo, la policía, bastante sosegada en sus cruzados brazos, pero también atenta al atento morador de rua, para evitar desmanes, en ese momento, bastante poco probables.

La calle está copiosamente nevada de suciedades diversas, como si a un camión de la basura lo hubieran abierto en canal, las palomas hacen su trabajo mientras un grupo conversa sobre las cosas al tiempo que la vida sigue bajo el manto de una aparente y excepcional normalidad.

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