En el Brasil de los brasiles hay muchos brasiles.
Mientras en Pinheiros los negocios regían su cierre con rigor, en muchas periferias no existía conciencia alguna, hoy los hospitales no dan a basto.
De tantos empleos perdidos Doria abre, pero la circunstancia hospitalaria es peor que al principio.
¿Esto tiene alguna explicación, o quizá los científicos nunca supieron qué hacer?
Preservar los grupos de riesgo, determinar la vuelta gradual a las actividades, gestionar el aislamiento in loco, siempre me pareció la decisión más acertada, hoy, a la fuerza ahorcan.
La clave está ahí, en que los científicos no sabían qué hacer. Como siempre, ante lo desconocido, no se sabe qué y cómo hacer.
El tiempo, como la historia verdadera, no dará la explicación.
En estos momentos, ante lo nuevo desconocido, la mayoría (salvo algunos descerebrados) ha intentado hacerlo lo mejor que sabía.
Como todos, pero suena a excusa que no se permite con los demás.