¿Es São Paulo la Nueva York latinoamericana?
¿Lo que sustenta la ciudad es el afán de enriquecimiento, que muchas veces lleva a la extravagancia, como nunca vistas en ningún lugar del mundo, o el placer de poderlo tener todo sin tenerlo la mayoría de las veces?
Qué más cuenta, la posibilidad infinita de aparente crecimiento o el crecimiento en sí.
Si la ciudad posibilita estándares de mercado a la altura de cualquier otra de su género en cualquier parte del mundo, cuál es el magnetismo para un amplio sector cuyos principios, en principio no están inspirados por la acumulación.
Qué se puede hacer en São Paulo no queriendo ganar más dinero, ampliar las instalaciones de los comercios, vender el doble o incrementar renta.
¿Es São Paulo un sueño?
¿Existe hoy izquierda y derecha?