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Algunos afirman que la sociedad civil (no sé si es redundancia) es la que debería monopolizar los poderes fácticos del gobierno. A mí me parece un riesgo enorme pues, y seguro que habrá algunos que me tilden de autocrático, esto lleva a su colapso.
Colapso derivado de una discusión exacerbada, exagerada, sin límites. ¿Quién va a generar empleo, protegernos de las amenazas civiles o educar a nuestros hijos?
La sociedad civil tiene que ceder una parcela de su potencial democrático para producir (rey, parlamento, jueces). Lo que ha pasado en São Paulo estas últimas semanas demuestra que no se puede ir a la calle por cualquier insatisfacción, por muy respetable que lo sea. Son muchas las demandas, de los diferentes tipos de sectores sociales como para llevarlos al palenque público y parar los metros, policías y abastecimientos sin ningún tipo de regulación.
El derecho civil de la huelga hoy es anacrónico de la manera que São Paulo lo interpreta. Aparte de oportunista.
Propongo manifestaciones en plaza pública, reuniones de agentes sociales con los actores políticos y representantes de los medios, y otros canales menos dañinos para el conjunto de la sociedad.
Al fin y al cabo, el objetivo, que se le llama derecho, es, simplemente, un aumento porcentual del salario, siempre es así, y esto no es popular entre sectores afectados por el colapso en los transportes.
Segundo Villanueva