Octubre suele ser mal mes para el empleo. Inaugura la peor época para el empleo del estacional mercado laboral español. Lo que sucede esta vez es que para encontrar un dato peor en octubre al publicado por el Ministerio de Trabajo hay que remontarse a 2008, justo después de que cayera Lehman Brothers, el hito que marcó un antes y un después en la crisis. Entonces el paro subió en 192.658 personas y dio paso a lo peor de la Gran Recesión. El mercado laboral se hundió y en enero de 2009, la subida del desempleo rompió todos los récords.
Para el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, estos “malos” datos de desempleo “retrotraen” al país al inicio de la crisis. “Hemos visto cierta recaída y es algo que nos debe preocupar a todos”, ha reconocido antes de advertir: “Ahora estamos más lejos de la recuperación”. Según ha explicado, la evolución registrada en octubre acentúa la tendencia marcada por la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre, publicada el viernes. Además, ha insistido en que el deterioro se explica, en parte, por los efectos en el empleo de los ajustes que se están llevando a acabo en las administraciones públicas.
A estas alturas de año, el ministro también ha admitido que es muy difícil alcanzar la mínima creación de empleo que se esperaba para final del ejercicio.
En términos desestacionalizados, esto es, con los datos limpios del efecto calendario, el desempleo también avanza en 57.371 personas hasta los 4.404.53. También en la afiliación el balance de octubre sigue siendo negativo en cifras ajustadas estacionalmente, ya que el número de inscritos se reduce en 82.944 personas hasta las 17.299.039. Por sectores, el paro aumentó sobre todo en el sector servicios con 85.434 desocupados más. En agricultura se incrementó en 16.776 mientras en la construcción, que sigue en crisis a casi cuatro años del inicio de los problemas en el sector, creció en 13.944. Por último, en la industria, el desempleo subió en otras 12.572 personas.
Las señales que emite el mercado laboral desde el verano son preocupantes y se han agravado conforme ha pasado el tiempo. Agosto y septiembre arrojaron malos datos de paro registrado. La EPA -el mejor termómetro del mercado laboral- conocida el viernes fue sorprendentemente negativa. Octubre apuntala todavía más esta tendencia.
El dato de hecho público ayer es el último gran dato laboral que se conocerá antes de las elecciones. Llega justo un día antes de que comience la campaña electoral y viene a subrayar la que es la principal de los españoles, según indican todas las encuestas: el paro.
La recuperación económica nunca ha sido robusta. No lo ha sido en la mayor parte del mundo desarrollado y mucho menos, en España. De hecho, ha sido tan endeble que no ha sido suficiente para aliviar de forma significativa la gran factura de desempleo que se había cobrado la Gran Recesión. El mercado laboral español solo ha logrado encadenar cuatro meses de rebaja del paro este año. Aquí, precisamente, tenía uno de sus principales talones de Aquiles, ya que sin empleo no hay consumo, y el consumo es el motor principal de economías como la española.
En este contexto, el empeoramiento de la tragedia de la crisis soberana griega que ha agravado la crisis financiera ha acabado por congelar la recuperación económica y restar margen de actuación a los Gobiernos, que ya tienen que hacer encajes de bolillos para hacer los ajustes fiscales.