Avda. Rio Branco, al lado de cracolandia. Un niño, o niña de chocolate, sorprendido, una cuchara queriendo algo, una boca mayor que una ventana, ojos fértiles. Qué más da el metálico utensilio cuando a él o ella, el cacao le rebosa por los poros de la vida. El grafiti ocupa la fachada lateral del edificio, …