Decía Caballero Bonald que su patria era definida por lo que veía a través de su ventana.
Naturaleza, información, espiritualidad, familia, creatividad, imagen, luz, música, lectura, la inconsistencia de la ciudad difuminada a través de una claridad explotada a través de los cristales.
Lo que conforma la mía se encuentra reunida en este toril, como el mondongo de un chorizo recién.