Para la Libertad
…. Retornarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en
cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
La intemporalidad de su poesía, la vigencia de sus versos más allá del lugar y el tiempo en el que vieron la luz y el contexto en que nacieron, nos brinda con contenidos tan sólidos y frescos como si hubieran sido escritos ayer y aquí.
Poemas, como “Nanas de la cebolla”, “Elegía”, “El niño yuntero” y “Para la libertad” se hacen imprescindibles para conocer su obra.
Nacido el 30 de octubre de 1910, en Orihuela, fue un autodidacta que se rebeló contra su destino de pastor de cabras y que asumió tempranamente la reivindicación social y el compromiso con los menos favorecidos y marginados. Se alistó por su propia voluntad en el ejército republicano y fue aprisionado por los franquistas durante la guerra civil. Sentenciado a muerte fue gracias a sus amigos intelectuales que terciaron por él, que la pena le fue conmutada a 30 años de prisión. Después de su muerte en 1942, el gobierno de Franco aún lo censuró. Dicen que las obras intemporales provocan más admiración y gran temor, en el caso de Hernández su capacidad de enfrentarse a las derrotas, su poder de seguir evolucionando, su rigor y su dignidad de poeta, han coadyuvado ciertamente para la permanente vigencia de su trabajo.
Su espíritu deseoso de poesía lo lleva a ampliar sus lecturas y comienza su actividad creadora. En 1930 ya publica sus primeros poemas en el semanario El Pueblo de Orihuela y en El Día de Alicante, participa de tertulias donde recita, discute y donde es orientado a la lectura de los grandes del Siglo de Oro, Cervantes, Lope, Calderón y modernos como Machado. Luego su nombre comenzará a sonar en la región del Levante.
Y como muchos, con unos pocos poemas bajo el brazo y algunas recomendaciones viaja a Madrid, de donde regresará a Orihuela al poco tiempo, por no haber conseguido empleo.
Sin embargo, esta inmersión y el conocimiento adquirido sobre el mundo literario madrileño, lo ayudó en la elaboración de su primer libro Perito en Lunas(1933); en ese año aún recita en Alicante su “Elegía media del toro” que saludada por la prensa local, motiva todavía más su joven y ansioso espíritu. Es así como surgen sonetos que resultarán en “El rayo que no cesa” y el auto sacramental “Quien te ha visto y quién te ve” que publicado por editorial madrileña lo lleva por segunda vez a la capital. Allí comienza a formar su círculo de amigos entre los cuales Rafael Alberti, Vicente Aleixandre y Pablo Neruda. Este último le propina sarcásticas y agudas expresiones sobre “El Gallo Crisis”, revista de su amigo y mentor Ramón Sijé, llamándola de tufo sotánitco-satánico. Hernández percibe entonces como los aires madrileños no condicen con su Orihuela natal. Es así que, sin querer o queriendo estos poetas lo inician en el surrealismo, la poesía comprometida, una idea social y política nace en el artista que comienza a crear lo más magnífico de su obra.
Al estallar la Guerra Civil en 1936 se ubica sin dudar del lado Republicano, pasando por varios batallones a los que es destinado logrando en 1937 escaparse a Orihuela para casarse con Josefina Manresa y pocos días después marchar al frente en Jaén. “Viento del Pueblo” y “El Hombre acecha” quedaron como atestados enérgicos de ese conflicto.
Cuando las filas republicanas comienzan a menguar en 1939, Miguel Hernández intenta refugiarse en Portugal pero es entregado a los comandos españoles siendo obligado a deambular por las temibles cárceles del régimen franquista de posguerra. Si bien le conceden la libertad en ese mismo año, es recapturado al momento de querer encontrar su familia en Orihuela. Luego de pasajes por más cuatro prisiones españolas, su salud seriamente menoscabada por una tuberculosis aguda, abandona este mundo a los 31 años de edad, un 28 de marzo de 1942.
Silvia Cevasco / España aquí – Escola de espanhol em São Paulo – Curso de espanhol: “Cultura de España para que se entiendan los brasileños y españoles”. Tel. (11) 3083.3334. info@espanaaqui.com.br
Silvia, Miguel Hernández, durísimo, representa un momento dramático de la historia de España. Con todos los ingredientes de la tragedia peninsular. Saludos.
18 de Febrero 2010
Silvia: fascinante tu artículo sobre ese grande de España que fue Miguel Hernández en las letras y en la política españolas. Que continúen tus comentarios tan interesantes e instructivos.
Dora Delfino (Dodó).
Silvia, Miguel Hernández es un grande de la poesía y un martir de la libertad. Te felicito por colaborar con estos testimonios a recuperar nuestras raices comunes y tambien nuestros ideales. Ana Donini (Buchi)
Conmovedor el comentario de este luchador por los ideales de la libertad por medio de su emocionante poesía, que sacrificó su vida en pos de sus principios.
Lily.
Miguel Hernández, que descansa en paz, vivió unos escasos 31 años. Suficientes para dejarnos un legado histórico, que trasciende y subsiste a dictaduras opresoras.
Enhorabuena por el post. Me anima a presentar un fragmento del maravilloso “Campos de Castilla”.
Antonio Machado, tal vez el máximo exponente de la generación del 98 nace en 1875, en Sevilla, para fallecer en un idílico pueblo del sur de Francia(Collioure), cuando huía de la opresión franquista en 1939.
Machado no tuvo nunca pretensiones políticas. Su obra, sin embargo, contiene numerosas alusiones a la situación sociológica de la España que le toca vivir. Es por eso, por las reivindicaciones políticas páralelas a su obra, por la consonancia de las nuevas políticas de algún gobierno democrático durante la segunda república, que Antonio Machado va a ser, como Miguel Hernández, y tantos otros, enemigo del régimen.
Como decía, Machado descansa, junto a su madre, en Collioure.
Como he nacido y vivido hasta hace poco en Barcelona, he tenido la oportunidad de visitar esta pequeña villa.
Su mar azul y su cielo claro, la paz de su gente, el ligero vaivén de pescadores, y de visitantes respetuosos, constituyen la mortaja de otro de los grandes de la literatura española.
Fragmento de Campos de Soria(en Campos de Castilla. (1907-1917)
¡Soria fría, Soria pura,
”cabeza de Extremadura”,
con su castillo guerrero
arruinado, sobre el Duero;
con sus murallas roídas
y sus casas denegridas!
¡Muerta ciudad de señores,
soldados o cazadores;
de portales con escudos
de cien linajes hidalgos,
y de famélicos galgos,
de galgos flacos y agudos,
que pululan
por las sórdidas callejas
y a la medianoche ululan,
cuando graznan las cornejas!
¡Soria fría! La campana
de la Audiencia da la una.
Soria, ciudad castellana,
¡tan bella! bajo la luna.