¡Brasil es el país del mestizaje! El mestizaje de diferentes culturas está en todo, desde el idioma hasta la religión.
El portugués de Portugal incorporó muchas palabras indígenas, africanas, italianas, entre otras, hasta llegar a nuestro portugués, el portugués brasileño.
La comida brasileña tiene un poco de todo. La feijoada creada por los africanos, que transformaron las sobras en arte y sabor, es la más conocida. Sin embargo, la cocina brasileña tiene muchos otros ejemplos.
El sur es una ruta directa a Europa, pero como brasileños que somos, la comida es mejor aquí. Afinal, sólo peleamos con nuestros vecinos sobre quién hace la mejor barbacoa, ¡Tchê!
El sureste ha adoptado el mundo y aquí es posible encontrar de todo. Vale recordar que la pasta es nostra, Mamma mia!
¡En el Medio Oeste, todo cuidado es poco, porque hasta la piraña se convierte en caldo (indígenas y portugueses)!
En el norte tenemos pato en tucupi, tacacá y maniçoba. ¡Aquí el consejo es no tener prisa, porque el apurado come ácido (ácido cianhídrico)!
En el noreste tenemos el Acarajé (africana), la moqueca (indígena, portuguesa y africana), el bolo de rolo (portuguesa) y el baião de dois.
Los portugueses pueden haber traído el arroz y los frijoles para aquí, pero fue el regalo divino de supervivencia de los cearenses que los hizo crear el baião de dois.
Cuando la sequía ya lastimaba el alma y nada podía estropearse ni desperdiciarse, la fe permaneció inquebrantable y la multiplicación de los panes vino a salvar! Esta vez fue de los sobrantes de arroz y de frijoles, carne asada por el sol y el cuajo, que nació el plato completo, ¡el que logra levantar el cuerpo maltratado del hombre de fe!
Sandra Aderaldo, alumna de C11 (Profesora Patricia Lafuente)
Me encantó el texto! ¡Muy interesante y divertido! ❤️
Puede ser sí que cuando el hambre aprieta los alimentos se tornan más importantes, ya no podemos olvidarnos de ellos, como compañeros del alma.