El segundo mito más importante en esto del español es el de la gramática.  Esta es importante, principalmente cuando no se la nota.   Lo más aburrido y rancio son los ejercicios y explicaciones gramaticales subsecuentes, algo que se ha hecho toda la vida y que es normal que no guste porque como decía Marta Baralo:

“No existe ninguna conexión lógica entre un ejercicio y hablar bien.”

Y otra es la gramática de calle, aquella que se aprende sin uno enterarse en función, principalmente, de su capacidad, y que atención, no todos la tienen.  El problema es aquellos alumnos que no cuentan con esta habilidad lingüística, pero coinciden en que no les gusta, entonces se convierte en un tabú o al final del final del final, en excusa de mal pagador.  La gramática es como un buen árbitro, el mejor, es el que pasa desapercibido, incidir en su protagonismo nos impide ver el bosque.