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En la sala de emergencias, la calma se rompió cuando ingresó Marta, una mujer de 60 años, en estado crítico.
Presentaba una combinación de síntomas preocupantes: dificultad respiratoria aguda, dolor torácico y un nivel alarmante de saturación de oxígeno. El equipo médico, enfrentándose a una situación de emergencia clínica, se apresuró a estabilizarla.
La situación limítrofe se agravaba con la escasez de ciertos medicamentos
Sin embargo, la complejidad aumentó cuando surgió una arritmia cardíaca potencialmente fatal, desafiando la capacidad del equipo para mantener la estabilidad hemodinámica.
La situación limítrofe se agravaba con la escasez de ciertos medicamentos y la necesidad de una intubación inmediata. La toma de decisiones críticas se volvía inminente al evaluar los riesgos y beneficios de las opciones de tratamiento disponibles. La falta de información detallada sobre el historial médico de Marta añadía incertidumbre, generando preguntas sobre posibles contraindicaciones.