La crisis dispara el entendimiento entre las parejas.  La confabulación sentimental puede ser por ósmosis o por precipitación.  Normalmente cuando a uno se le aprieta el culo se vuelve más comprensivo y tolerante con la realidad, además de con las manías del otro y los imprevistos de la supervivencia, que precisa de un instinto afinado.  La penuria es buena consejera en las relaciones sentimentales, y el abasto desvía el ojo y el amor.  La sociedad es de conveniencia, históricamente siempre ha sido así.  Cambian las formas pero la perspectiva de un futuro socioeconómico más fácil sugiere algunas versiones de amor, al final del día, si acaso, también algún tipo de aprecio sensible, hasta filosófico.  El dinero mueve al mundo, casa, descasa, junta, rejunta, revuelve, y promueve, separa y reconforta, sensibiliza y desmanda.