Segundo Villanueva Fernández / São Paulo, 05 de Maio de 2023
Hablar de español americano (en contaste con el peninsular, España) supone un riesgo, la orografía del continente genera multitud de variedades diafásicas, incluso, dentro de cada país. México tiene 300 lenguas, además del español, por ejemplo, es un país complejo. Es prudente, por este y otros, referirnos al español en América. En México existe una bipolaridad comunicativa que gravita entre la despersonalización (eximir de responsabilidad al hablante) y la afectación (hacer presente al hablante en el discurso). El uso frecuente del se impersonal, y del pronombre indefinido uno, así como el pronombre cualquiera o el tú o el uso de segunda del singular, además de sustantivos despectivos (hay 120 construcciones despersonalizadoras) como el pendejo, la tropa, el güey, el pibe, el weón, el chamaco, un mina... indican que a veces, la cosa, no va con el hablante, o el hablante no quiere ir con la cosa.